martes, 27 de julio de 2010

De que el tipo sabía, ¡sabía!






Humberto Seijas Pittaluga






¡Y es más! A mí no me queda duda alguna de que Boves II no sólo sabía de la existencia de campamentos de guerrilleros colombianos en territorio venezolano sino que éstos estaban allí con expreso permiso concedido, sub rosa, por él. Porque sus afectos están —no con el pueblo y el gobierno colombianos, como debiera ser— sino con las FARC, sus panitas del Foro de Sao Paulo. Todos los indicios conducen a que cualquiera que no se chupe el dedo llegue a esa conclusión. De eso es lo que vamos a conversar en esta columna de hoy.




¿Es que deberíamos dejar pasar por alto el indicio de que fue Esteban, con banda presidencial y todo, quien afirmó en el Palacio Legislativo que Venezuela limitaba al oeste con las FARC? ¿O que haya pedido, a renglón corrido, reconocimiento como beligerante internacional para esa banda de facinerosos? ¿Podríamos hacernos los locos frente a la foto tomada en la entrada de Miraflores donde la plana mayor internacional de las FARC aparece muy sonreída junto al inquilino de esa edificación? ¿Es que ya se nos olvidaron las filmaciones que circularon tan profusamente por Internet en la cuales se ve a oficiales venezolanos de alta gradación navegando por el Río Intermedio para llegar a uno de los campamentos que ya existían con la alcahuetería de esos mandos y que hoy son denunciados por la Cancillería colombiana? ¿Es que se nos borró de la memoria la muerte de una ingeniera de Pdvsa y de varios guardias a manos de rebeldes colombianos que se habían aposentado en Apure como Pedro por su casa? —delitos que nunca fueron averiguados, por cierto, porque se hubiera podido saber la verdad: que allí esos forajidos actuaban como con una patente otorgada desde lo más alto.




Pero, por sobre todo, ¿es que ya se nos olvidó aquéllo de “Mándeme diez batallones de tanques para la frontera”? En esta oportunidad, dejemos de lado ese empleo del pronominal “me” tan chocante, como que si esas unidades fueran de él y no de la República; dejemos de lado también el hecho de que no se podía mandar “diez” batallones blindados porque en ese tiempo apenas teníamos cuatro. Concentrémonos, más bien, en el hecho en sí. Esa orden fue una reacción casi instantánea por un hecho ocurrido a no menos de 1600 kilómetros de la frontera nuestra y en la cual no teníamos incumbencia alguna. Mientras que Ecuador, el verdaderamente afectado por la incursión, no había movilizado ni un sólo soldado, por aquí Esteban —irresponsable como siempre— se aprestaba para la guerra. Si eso no era “curarse en salud”, por lo menos se le parece mucho. De hecho, era un descarado decirle al gobierno colombiano: “Así yo tenga en mi territorio campamentos de las FARC —y tú y yo sabemos que sí los tengo— no se te ocurra hacer lo mismo por aquí. ¿Okey?” ¿Era o no una admisión de culpa?




Que es lo mismito que está haciendo ahora: sabedor de que iba a ser llevado a capítulo en la OEA por la misma causa de la cual se libró con la añagaza de los batallones, intentó parar la acción con la amenaza de romper relaciones. Y como los colombianos no se pararon en vainas, no le quedó más remedio que en verdad romper las relaciones. Con su cocainómano preferido al lado como testigo de excepción. ¡Tanto que se empeña el tipo en parecerse a Bolívar y lo único que logró con su más reciente incursión necrófila fue que se le pegaran más mañas del Cabito: de todos los presidentes de Venezuela, sólo Cipriano antes que él había roto con Colombia. Y por la misma idee fixe: volver a la quimera de una Gran Colombia que no cuajó ni con el mismo Bolívar presente.




La actitud de un gobierno serio, en un país sensato, ante tañamas acusaciones, era negarlas de plano y refutarlas una por una a su debido tiempo. Pero eso no es lo que hizo el homofílico del Chaderton cuando le tocó hablar, sino que se fue por las ramas de la descalificación y el denuesto. Igualito que su jefe, pues. El gobierno, hoy por hoy, está en mora con la comunidad internacional —y, más importante, con los propios venezolanos— de negar paladinamente las acusaciones que se le hacen de permitir que grupos armados de otra nacionalidad utilicen nuestro territorio, no sólo para escapar de la acción de las Fuerzas Armadas de Colombia, sino para cometer delitos contra personas y bienes de connacionales nuestros.




Esteban se encuentra como Tío Conejo en el cuento en el que pelea con un muñeco de brea: mientras más golpes tira, más atrapado queda. De querer quitarse de encima lo de la comida podrida —que no podrá— vean por dónde vamos. Con tal que no se le ocurra transfigurarse ahora, de Cabito en Solano López con aquello de “Muera yo con la Patria”. Pero como vamos, como que primero acabará con Venezuela...

Humberto Seijas Pittaluga


• General retirado de la Guardia Nacional, sirvió en ella 30 años. • Ya retirado, formó parte del Gobierno de Carabobo durante casi 15 años.
• Gobernador de Carabobo, encargado, por 5 meses en 1998.
• Docente en institutos de educación superior por más de 25 años.
• Desde 1986 es escritor de artículos de opinión. Actualmente, escribe en “Notitarde” Antes fue articulista de "El Carabobeño" y “El Nacional”.
• Algunos de sus ensayos y artículos han sido publicados en dos libros: “Contrapunto” y “Glosomanía”.
• Desde 1988 es miembro del Consejo Superior de la Universidad Tecnológica del Centro.

sábado, 3 de julio de 2010

Sin desperdicio!! A Mr. Stone… ! Monica Roby Una venezolana "arrecha" con usted y su “documental de pacotilla”

A Mr. Stone…
Como ser humano estoy tratando de comprender lo que como ciudadana venezolana no puedo: CON QUE CRITERIO SE ATREVE USTED A DECIR QUE EL MUNDO NECESITA DECENAS DE CHAVEZ?  Con que derecho se atreve usted a dar una opinión levantada bajo una óptica distorsionada y poco objetiva ¿Dígame Sr. Stone, ha dormido en algún rancho de algún barrio de Venezuela para poder opinar con propiedad sobre lo que usted poco conoce?

Como puede usted faltarle el respeto al mundo deseándole decenas de un hombre que ha transformado nuestro país en un nido de serpientes, en donde se refugian terroristas, guerrilleros y todo aquel que viola desde los derechos humanos  más básicos hasta  pisotear, masacrar y corromper sin otro fin que el lucro y el beneficio personal.
Sabia usted que Venezuela lleva bajo el régimen de este hombre mas de 150 mil muertos??? !!!!!!!!!!
Si le parece exagerada esa cifra, investigue, pero le recomiendo buscar otra fuente diferente a la que utilizó para su “documental”…
Sabía que esta inseguridad es producto de la falta de trabajo, universidades y oportunidades para nuestros jóvenes ?????  ¡ Porque el “Superman” de su comedia no se preocupa por gobernar, o por crear sistemas de seguridad, por el único y macabro propósito de mantenernos ocupados tratando de salvar nuestras vidas, y de esa forma no dejarnos el tiempo que nos permita reclamarle por todo aquello a lo que tenemos derecho, ejemplo: LA VIDA.   Esta triste realidad ha convertido al venezolano por primera vez en su historia, en emigrante…….
 Sabía que la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, serán heredadas por nuestros nietos, bisnietos y solo Dios sabe cuantas generaciones cargarán con esta pesada cruz, porque el protagonista de su comedia documentada ha regalado nuestros bienes a otras naciones, despilfarrando un dinero que no le pertenece y sin el permiso de su único, legítimo y verdadero dueño:  EL PUEBLO DE VENEZUELA.
Porque no presentó esos pequeños detalles en su nefasto documental???  O no será que es usted otro más de los que bajo la nómina del dinero de NOSOTROS LOS VENEZOLANOS, complace al Dictador Payaso y con ínfulas de estrella hollywoodense tropical, logrando llenar su cuenta personal con el costo de la miseria y la pobreza de nuestro país ????... no dudo que debe usted mirarnos con burla y pensar que somos una GRAN REPÚBLICA BANANERA…. razones le sobran Mr. Stone y no lo culpo, porque con quienes ha tratado al visitarnos, no son otros sino los que encarnan los personajes típicos  de una república frutal… pero no se llame a engaño, la mayoría de los venezolanos no encajamos en ese rol… somos gente sencilla sÍ, pero inteligente, trabajadora, y con un espíritu de libertad, que usted jamás en su pobreza mental podría tener cimientos para poder imaginar.
No debe ser tan difícil, sentado en una cómoda butaca de un Hotel de Lujo, sin tener que involucrarse mucho, saliendo a recorrer el país en un carro con vidrios de seguridad, transportado desde su cómoda habitación hasta Miraflores y acompañado de guardaespaldas, tener un criterio positivo sobre quien le paga los gastos para que lo haga,  ofreciéndole una versión de país que no existe, sino para personajes como ustedes… a eso Mr. Stone, en Venezuela, lo llamamos: PARCIALIDAD DE CRITERIOS.
Mr. Stone, quizá allá en ese Festival de Venecia, caminando sobre una alfombra roja, con el protagonista de su Historia inventada,  pudo haber sentido orgullo por los aplausos, pero puedo asegurarle, que será mayor la vergüenza que le produzca este corto metraje de propaganda política de pacotilla, cuando se tome un tiempo para enterarse mejor de lo que verdaderamente ocurre, en los países que como el nuestro, es tomado por una banda de delincuentes, que en nombre de una supuesta REVOLUCIÓN, se roban el presente y futuro de niños, adolescentes y adultos, que no han hecho otra cosa que creer y soñar con una vida mejor, algo a lo que todo ser humano tiene el legítimo derecho.  Lo suyo Mr. Stone, no es un documental: ES UN FRAUDE A LA VERDAD.
Intuyo que debe ser usted una persona con poca educación  porque escribir a favor de este personaje, no puede hacerlo sino una persona con poco o ningún criterio sobre la realidad política que envuelve hoy a mi país, escuche y lea bien, MI PAÍS, no el suyo… así que, de entrada, respete, y manténganse al margen de los asuntos que envuelven tantas vidas a las que a la suya le son tan ajenas, vidas desesperadas por una oportunidad que se pierden en el laberinto, en el que este ladrón, que hoy es su héroe, ha convertido mi país…
 También  debo suponer que es usted violento, ordinario y de poca visión, sólo de esa forma puedo comprender su clara y elocuente afinidad con Chávez, a no ser que sea por lo que casi todo el mundo supone y murmura, su afinidad con este payaso que hoy ocupa el cargo de presidente no es otra que la del dinero… a las personas como usted acá, en mi país, los llamamos: CHULOS…, es decir los que cobran por algo que no hacen, pero que alguien hace por ellos…; si estudiara un poco más la idiosincrasia del venezolano, no sólo comprenderá ese término, sino también que en VENEZUELA, ya no queremos a Chávez… que ese personaje se robó la alegría, ilusiones y futuro de este país… y que si usted no lo sabe, no es porque no sea real, es más bien porque nadie le llevó a ver a esa verdadera Venezuela o nadie le pagó para que la viera.
Aunque la inteligencia no parece ser su fuerte, le pido que apele a la poca que tiene, para no seguir embarrando lo que le queda de futuro en el cine… busque algo o alguien más productivo para documentar (para la humanidad me refiero, porque debo suponer que para usted y sus cuentas, este debe haberlo sido, e imagino que mucho)… déjele la política a quien la entiende, y usted ocúpese de hacer algo que sepa…
Créame que el mundo será mucho mejor para muchos, por lo menos para la gran mayoría de los venezolanos, que no para los Chulos, el día que su héroe de puentecitos fantásticos deje de tener poder para malgastar nuestro dinero; quizá ese sea el momento para escribir sobre ese personaje, el verdadero Chávez, el que es como una carreta vacía, mucho ruido y, por tanto, nada en la carga… el que se esconde de la furia del pueblo engañado, el que ya no visita los barrios pobres a los que tanto ofreció, el que abandonó desde el mismo día que asumió la presidencia, el compromiso asumido ante los que votaron por el para llegar a la misma; cuando ese momento llegue, usted tendrá que visitarle, ya no en un Palacio de Gobierno, tendrá que hacerlo usted en alguna cárcel, porque ese será el sitio donde podrá encontrarle una vez que le quitemos la presidencia, ese es el destino de los ladrones, asesinos y corruptos; quizá ese sea el documental con el que le haga un desagravio al pueblo de Venezuela, con quien desde ya, está usted en deuda, y a ese documental Mr. Stone, es posible que los venezolanos nos sintamos animados en ir a ver.
No le deseo suerte, -usted pareciera tenerla-, no le deseo absolutamente nada, pero claridad mental sí Mr. Stone, eso sí parece usted estar necesitando, y ese deseo estará a partir de hoy en mis oraciones diarias; espero que Dios o la vida se la concedan….
Saludos, 
Monica Roby
Una venezolana "arrecha" con usted y su “documental de pacotilla”
PD: no se la traduje al inglés, porque supuse que habiendo usted entendido tan claramente la supuesta REVOLUCIÓN DE CHÁVEZ, su español debe ser bastante fluido y, si no es así, Mr. Stone, ni siquiera vale la pena que lea usted mi carta….