lunes, 31 de diciembre de 2012

Caracas, 30 de diciembre de 2012. Una injuriosa “carta de despedida” que dibuja en prosa a un presidente Hugo Chávez desahuciado, en el lecho de su muerte y asustado por el cáncer que padece, ha estado propagándose como pólvora en las últimas semanas a través de las redes sociales entre venezolanos, dentro y fuera de ese país sudamericano. El escrito, titulado “Algunas consideraciones sobre tu muerte”, llegó el miércoles a través de un correo electrónico a la redacción de múltiples medios internacionales, entre ellos Univision.com y CNN en Español, como un texto preparado supuestamente por Nancy Iriarte Díaz, la primera ex esposa del presidente venezolano. “No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras”, comienza la misiva, de forma directa y personal. El problema radica, sin embargo, en que la carta “Algunas consideraciones sobre tu muerte” en realidad no fue escrita por Iriarte Díaz como señalan los que están propagándola alrededor del mundo a través de correos electrónicos, blogs de comentarios, y redes sociales. Detalles del verdadero autor El verdadero autor es el columnista venezolano Saúl Godoy Gómez, quien escribe una columna semanal sobre temas políticos y relacionados al medioambiente en la edición digital del diario El Universal de Venezuela. “Algunas consideraciones sobre tu muerte” se publicó inicialmente precisamente en ese medio el pasado 9 de agosto y de inmediato, según Godoy Gómez, se convirtió en uno de los contenidos más leídos del sitio. “¡Fue un fenómeno viral!”, expresó Godoy Gómez en entrevista telefónica con Univision.com desde Caracas. “Cuando apareció el artículo, inmediatamente se convirtió entre los más leídos y los más comentados, y se desató una gran actividad en las redes sociales de Venezuela, en muchos foros en la red el articulo era comentado y distribuido”. Pero junto con la creciente popularidad que adquiría su trabajo escrito, también empezaron a llegar los insultos y las amenazas en su contra y miembros de su familia. “Estaba un poco nervioso de la respuesta de los grupos afectos al gobierno de Chávez, pues son conocidos por su violencia al momento de expresar su desagrado”, comentó Godoy Gómez, al explicar que el mismo día que se publicó la polémica carta de despedida, su correo electrónico se llenó de una mezcla de mensajes congratulatorios e insultos. Aquí el texto completo de la carta: A continuación la carta “Algunas consideraciones sobre tu muerte” escrita por el columnista Saúl Godoy Gómez, y publicada en la edición digital del periódico El Universal de Venezuela, el 9 de agosto de 2011: “No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras, has vestido de luto a incontables hogares, a los que creías tus enemigos los perseguiste sin cuartel, los encerraste en ergástulas que no lo merece ni un animal, los insultaste, los humillaste, te burlaste de ellos, no solo porque te creías poderoso, sino inmortal… porque el fin de los tiempos no era contigo. Pero llegó tu turno, los plazos se acaban, el término de tu contrato llega a su fin, tu ‘ciclo vital’ se apaga poco a poco y no de la mejor manera; probablemente morirás en una cama, rodeado de tu familia, asustada, porque va a tener que rendir cuentas una vez que des tu último aliento, te vas de esta vida lleno de angustia y de miedo, allí van a estar los curas a quienes perseguiste e insultaste, los representantes de esa Iglesia que ultrajaste a placer, claro que te van a dar la extremaunción y los santos óleos, no una, sino muchas veces, pero tú y ellos saben que no servirá de nada, es solo para calmar el pánico que hace presa a tu alma ante el momento que todo lo define. Mueres enfermo, padeciendo el desahucio, las complicaciones inmunológicas, los terribles efectos secundarios de las curas que prometieron alargar tu vida, tus órganos se van apagando uno a uno, tus facultades van perdiendo el brillo que las caracterizaba, tus líquidos y efluvios son colectados en bolsas plásticas con ese hedor a muerte que tanto te repugna. Dime si en este momento, antes de que te apliquen una nueva inyección para calmar los dolores insoportables que padeces, vale la pena que me digas que no te pueden quitar lo bailado, ¡ah! los viajes por el mundo, los maravillosos palacios que te recibieron, las paradas militares en tu honor, las limousines, los títulos honorarios, los pisos de los hoteles cinco estrellas, las fastuosas cenas de Estado… dime ahora que vomitas la papilla de auyama que te tratan de dar las enfermeras, si era de eso de lo que se trataba la vida, pues ese brillo y el oropel ya no están entre los monitores y máquinas de resucitamiento que te rodean, esas marchas y aplausos ahora son tonos y alarmas de sensores que regulan tus signos vitales que se hacen más débiles. ¿Puedes escuchar al pueblo de tu país afuera de tu cuarto?… debe ser tu imaginación o los efectos de la morfina, no estás en tu patria, estas en otro lado, muy lejos, entre gente que no conoces… sí, estás muriendo en tu propio exilio, entre una banda de pilluelos a quienes les has tratado de entregar tu propio país, tus últimos momentos los pasarás entre chulos y estafadores, entre tu corte de aduladores que solo te muestran afecto porque les dabas dinero y poder, todos te miran preocupados y con rabia, nunca dejaste que ninguno de ellos pudiera tener la oportunidad de sucederte, ahora los dejas al descampado y tu país al borde de una guerra, ¿Era eso lo que querías? ¿Fue esa tu misión en esta vida? Olvídate del cuento de los pobres, ahora hay más pobres que cuando llegaste al poder, olvídate de justicia e igualdad cuando prácticamente le entregaste el país a una fuerza extranjera que ahora tendremos de desalojar a la fuerza y a costas de más vidas. Tengo la leve impresión que ahora sabes que te equivocaste, creíste en un cuento de camino y te creíste revolucionario, y por ser revolucionario… inmortal, convocaste a tu lado a los muertos, a tus héroes, a esos fantasmas que también creíste con vida, a Bolívar, al Che, a Fidel, al Marx que nunca conociste y que recomendabas su lectura… el andar con muertos te llevó a la magia y a los babalaos, te metiste a jurungar tumbas, y a ofrendarle a una corte de demonios y malos espíritus que ahora te acompañan… ¿Sientes su presencia en el cuarto? Vienen a cobrar, a recoger lo único que tenía valor en tu vida y que tan malamente apostaste por la oscuridad y el mal, tu alma. Bueno, me despido, solo quería que supieras que pasarás a la historia como un traidor y un cobarde, que no rectificaste cuando pudiste, te dejaste llevar por tu soberbia, por tus ideales, por tu ideología renunciando a los más preciado, a tu libertad y a la libertad de los otros, y la libertad nos hace humanos. Dios tenga piedad de ti”. Saúl Godoy Gómez El Universal 9 de agosto de 2011

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